Bonita fachada frente al Palacio de La Salina, en la calle San Pablo.
Miguel Romero lo talló, esta es su firma
de la obra de restauración de la portada de la puerta de Ramos de la catedral. Ahora se cumplen 25 años de esta imagen de la Salamanca más actual.
Más concretamente, se trata de la plaza de Anaya.
Fue financiada por el Padre Fray domingo de Soto, por eso da nombre a este preciosa y espectacular escalera del Convento de San Esteban de los Padres Dominicos.
Bonita fachada en casa de dos plantas muy próxima al edificio histórico de la Universidad.
La imaginación, la decisión y la libertad del cantero nos ha dejado esta figura labrada en un emblemático monumento del gótico tardío salmantino; sin embargo, a pesar de llamar la atención de los visitantes, no desentona con el conjunto de figuras y follaje tallado.
Desde la tradición del campo nos llegan este tipo de obras, plenas de plasticidad y simbolismo, rebosantes de significados en conexión directa con el origen sagrado de lo natural.
El 16 de septiembre de 1920, la Audiencia de Valencia condena a Miguel de Unamuno a ocho años de prisión mayor multa de 500 pesetas por injurias al Rey desde el periódico El Mercantil Valenciano.
Tablero frontal pintado con motivos taurinos usado en un carro de labranza en el pasado.
Escena de Santiago Apóstol en la batalla de Clavijo. Es el único resto que ha llegado hasta nosotros del desaparecido monasterio Sancti-Spíritus de la Orden de Santiago.
La Universidad con los Reyes y los Reyes con la Universidad. Ayer 14 de septiembre de 2017, el Rey Felipe VI inauguró el curso académico 2017-2018 en el estudio salmantino, constituyendo el primer acto oficial en conmemoración del VIII Centenario de esta histórica universidad.
Desde el siglo XIII, la Universidad de Salamanca, ha contribuido de una forma relevante a la ciencia, la cultura y la historia de nuestro país.
Ante los retos de un mundo globalizado, interconectado y altamente competitivo, la Universidad debe dotarse de un sistema de mayor flexibilidad para adaptarse a los constantes cambios. Un sistema que contribuya de forma eficaz a la mejor formación de los ciudadanos, al desarrollo del tejido productivo, a la competitividad de España y, con ello, la mayor cohesión social de los habitantes del país.
Durante ocho siglos la contribución de la Universidad de Salamanca al patrimonio tangible e intangible de España y del mundo a través del conocimiento, de la investigación y la extensión cultural, ha sido extraordinaria.
La Universidad tiene que tener entre sus fines la búsqueda de una mayor cohesión social, sirviendo de instrumento para contribuir a la formación de ciudadanos libres y responsables.