Patio de Escuelas Menores de la Universidad con los clásicos arcos mixtilíneos salmantinos.
Mañana día 8 se celebra la festividad de la patrona de la ciudad, la Virgen de la Vega. Hoy día 7, como es tradicional desde hace 29 años, la Asociación del Traje Charro, juntamente con otras 14 asociaciones de la ciudad, hace una ofrenda floral en honor de Santa María de la Vega en la que participaran miles de salmantinos.
Lugar céntrico, apacible, concurrido y rodeado de edificios diferentes, alguno de ellos de gran mérito arquitectónico.
ESpectáculo interior de la Catedral Nueva.
En la puerta del Río o de Anibal como también es conocida. Acceso a la ciudad desde el actual paseo de Rector Esperabé.
Junto al altar mayor, es de factura románica como la mayor parte de la catedral.
Se encuentra próxima a la Plaza Mayor; se trata de una antigua iglesia en la que ya no se realiza culto alguno.
Frente al convento de la Ursulas y junto a la casa que fue residencia de D. Miguel de Unamuno; en ésta plaza está también el monumento a Unamuno obra del escultor Pablo Serrano.
Balcón espectacular en el Palacio de La Salina, hoy sede de la Diputación Provincial.
Se trata de uno de los claustro de los que tiene este convento de San Esteban; en concreto, este es el denominado de procesiones o de los Reyes.
La grandeza de esta Catedral, como puede verse en esta muestra fotográfica, es grande en dimensiones, pero lo es más en arte.
Espacio durante años oculto e ignorado, recuperado y abierto al público como parte del patrimonio de esta ciudad monumental que no para de deparar sorpresas.
Hasta ahora esta casa con su curioso patio ha servicio para cursar los estudios de FP sobre hostelería. A partir de este curso que ahora comienza, ha dejado de prestar este servicio, por traslado a otro lugar de la ciudad.
Plaza céntrica y cercana a la plaza, donde las terrazas de los bares están permanentemente ocupando el espacio, no importa si es invierno o verano.
Colegio-seminario de Carvajal, junto a la Cueva de Salamanca y sobre la antigua muralla romana, permanece semiderruido en lugar tan céntrico sin que los poderes de la urbe hayan sido capaces de buscarle utilidad.