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Museo de la
Casa Chacinera".
Es un museo teatralizado donde nos sorprenderán sus simpáticos habitantes. Es una visita interactiva en la que, a través de la teatralización, entraremos a formar parte de la
historia y vida de
Candelario, degustaremos los dulces típicos y veremos un adiovisual muy completo sobre el
pueblo.
Entre los espacios públicos de la villa cabe destacar el
edificio del
Ayuntamiento por su esbeltez y generosidad. Es éste de tres plantas y buena presencia con un
jardín cerrado por una verja. La Casa Consistorial es una bella muestra de la
arquitectura civil del siglo XIX. En su interior conserva una hermosa escalinata, con muros y sillería labrada, así como un amplio
salón de
reuniones.
ermita Santísimo
Cristo del
Refugio
También llamada del Humilladero, esta ermita situada en la entrada del pueblo, es una recoleta obra del siglo XVIII y estilo similar a la
parroquia, dotada de un porche en la entrada sostenido por cuatro
columnas. Lo más destacable es un
retablo de madera (acomodación de restos de una
iglesia desaparecida en
Béjar) con la imagen del Cristo, por el que sienten una gran devoción los candelarienses, así como el artesonado de su interior. Entre el legado
artístico que encierran sus muros se encuentran obras como la imagen del flagelado, del
escultor bejarano González Macías, así como una extraordinaria talla de S. Vicente.
Candelario tenía tres entradas (por el
Camino Viejo, por los
Puentes y por
Navacarros) y en cada una de ellas se construyó una
fuente romana (de
pilón pequeño). Estas tres
fuentes todavía existen y son la de las Ánimas, la de los Puentes y la de Lapachares.
Iglesia parroquial, el artesonado de la Iglesia, de estilo mudéjar muy bien conservado, los
retablos barrocos y churriguerescos, el retablo de los mártires del S. XVI de influencia italiana, con una talla manierista de
San Sebastián, la talla
románica del Cristo del Olvido, o el
rosetón gótico.