La escena que representan estas dos imágenes es el tránsito por la
calle de la Amargura de María, acompañada del Discípulo Amado. Como apuntan desde la archicofradía, "María se muestra apesadumbrada y detiene la marcha" y
San Juan "conforta y alienta a la
Virgen a seguir los pasos de
Cristo".