Día 4 de Febrero por la tarde, casi anochecido, diluvia sobre Salamanca, una borrasca que ha entrado por el norte dicen los meteorologos, yo pienso que son lágrimas derramadas por GUSTAVO, que se nos ha ido casi en silencio, como vivió, sin hacer demasiado ruido. Todos conocíamos tu enfermedad, pero no creímos ni en la rapidez, ni en el desenlace fatal. Has dejado muchos proyectos inacabados, unos por falta de tiempo, otros por falta de medios. Quiero desde este mensaje en el foro de tu pueblo, dar ... (ver texto completo)