La
capilla de Cerralbo es un templo de culto católico.
Levantada en el siglo XVI "para hacer
sombra a la
catedral" como panteón funerario de la
familia Pacheco por el cardenal Francisco Pacheco de
Toledo, embajador en Roma, virrey de Nápoles y arzobispo de
Burgos, como un gran mausoleo, muy cerca de la catedral, tras la negativa del Cabildo catedralicio a conceder el permiso necesario para llevar a cabo su idea original de construir una capilla en la girola de la seo al modo de la Capilla de los Condestables de la Catedral de Burgos, derribando parte de la capilla mayor para ello.
Se trata de un templo de estilo herreriano, obra del arquitecto Juan de
Valencia y el maestro de obras y cantero Juan Ribero de Rada, aunque existen muchas dudas sobre quiénes intervinieron en su diseño y construcción y los años que transcurrieron desde el comienzo de su construcción hasta su consagración en 1685. Las obras comenzaron en 1585, con cantería procedente de Fuenteguinaldo.