LOS TIEMPOS DEL PROCESO DE SEPARACIóN
Durante un tiempo no se notará nada. Las consecuencias de la traición del gobierno de Rodríguez Zapatero a la Constitución no se pondrán de manifiesto inmediatamente. Ni para las elecciones municipales y autonómicas de 2007 ni para las generales de 2008. Los tiempos pactados entre Rodríguez Zapatero y los demás separatistas han tenido en cuenta el calendario electoral.
Los problemas, en cambio, se acumularán, a partir de ese año. Los conflictos económicos, civiles, mercantiles y penales se multiplicarán. Y no habrá una norma suprema a la cual acogerse. No habrá ni Tribunal Supremo ni jurisprudencia a la que pedir amparo, ni órgano supremo al que acudir. Experimentaremos que todavía peor que una mala Constitución es no tener ninguna. La falta de Constitución generará conflictos e incluso violencia; tendremos, me temo, de todo, ejércitos de policías especializados en cada autonomía, batallas pequeñas o grandes, intervención internacional y un galimatías de nuevos estados; tal y como ha ocurrido en la antigua Yugoslavia.
Durante un tiempo no se notará nada. Las consecuencias de la traición del gobierno de Rodríguez Zapatero a la Constitución no se pondrán de manifiesto inmediatamente. Ni para las elecciones municipales y autonómicas de 2007 ni para las generales de 2008. Los tiempos pactados entre Rodríguez Zapatero y los demás separatistas han tenido en cuenta el calendario electoral.
Los problemas, en cambio, se acumularán, a partir de ese año. Los conflictos económicos, civiles, mercantiles y penales se multiplicarán. Y no habrá una norma suprema a la cual acogerse. No habrá ni Tribunal Supremo ni jurisprudencia a la que pedir amparo, ni órgano supremo al que acudir. Experimentaremos que todavía peor que una mala Constitución es no tener ninguna. La falta de Constitución generará conflictos e incluso violencia; tendremos, me temo, de todo, ejércitos de policías especializados en cada autonomía, batallas pequeñas o grandes, intervención internacional y un galimatías de nuevos estados; tal y como ha ocurrido en la antigua Yugoslavia.