Después de la misa de los domingos que daba don manuel, se montaban en la pared de la iglesia unos enormes partidos de pelota, y a mi lo que mas me llamaba la atencion era lo lejos que mandaban la pelota los mozos, yo creo que a lo que jugaban era haber quien tenia mas fuerza, haber quien la llegaba hasta tener que bajarse a la calle para devolverla. F.M.