¡Que sorpresa! Encontrar este sitio aislado donde paramos ya muchas veces para pasar la noche en tranquilidad. No se oye nada que las chicharras y el chorrito de la fuente. Grabé este silencio en un MD ya hace 6 años. Dormimos en el refugio. Más tarde en la autocaravana. ¡y cuanta estrella! La gente del medioambiente nos explicaban las difirencias entre los distintos pinos que hay por allí. Limpiamos el terreno de basura suelta, porque un sitio tan especial lo merece. Está seguro que volveremos a la Dehesa de El Cerro. Un saludo desde los Paísos bajos a todos que saben apreciar este sitio. ¿Sabéis que hay cantidad de poleo? Max y Anna