La
historia de
Espeja es demsiado larga e interesante, por lo que aquí se acortará enormemente.
La primera referencia a Espeja que hemos localizado se encuentra en un documento del año 1376, existente en el Archivo Municipal de Ciudad Rodrigo, citándola como devaso o tierras concejiles mirobriguenses, es decir del Concejo de Ciudad Rodrigo.
En esta época todos estos
campos estaban aprovechados como pastizales para los
ganados, y muy escasamente para la
agricultura. De hecho la inestabilidad de la zona, debida a las contínuas guerras entre Castilla y
Portugal, no la hacía muy propicia para el asiento permanente de la población.
Espeja se podría remontar a la prehistoria, mas no existen pruebas definitivas. Hasta 1626, Espeja practicamente estaba desierta, siendo solamente terrenos para el
ganado, por la inestabilidad debido a las guerras con Portugal. Ese año, Don Fernando de Herrera MAldonado de Chaves,
compra el título de Marqués de Espeja, convirtiéndola en Villa del señorío. El censo de población se mantuvo, hasta la conquista por Napoleón, quien destruyó la
ermita del teso
San Cristóbal -donde ahora se ha plantado una antena de telefonía-.
El último marqués de Espeja, descendiente de los Chavés, murió en el año 1994, dejando a Espeja sin otro marqués de sangre.