Nunca dejes perder tus deseos, bebetelos. Había una vez hace mucho tiempo miles y miles de kilómetros sin un habitante, sin una planta, sin nada, todo un planeta desierto. Y en medio de esa superficie inconmensurable una nave con dos hombrecitos extrañamente ataviados. Uno le decía al otro:
Aquí estuvo habitado, pero un día se embriagaron de verdad entre los sueños.
Aquí estuvo habitado, pero un día se embriagaron de verdad entre los sueños.
La edad madura es aquella en la que todavía se es joven, pero con mucho más esfuerzo.