Fuente antigua, de abundante y de buen
agua; además de ser potable y de ella bebían los habitantes del lugar, también servía para lavar la ropa en los
lavaderos próximos y, el excedente, para regar los
huertos cercanos. Ahora dodo está en desuso y, el agua sobrante, casi no es empleada en el riego ya que son escasas las personas que se ocupan de algún
huerto.