Antaño, en la casa nº 1 de la calle La Fragua, junto a la señalización de Parking, existía una librería cuyo dueño era uno de los maestros del pueblo, D. Horacio, creo se llamaba.

Situado en el punto más alto de la villa, se trata de una iglesia inacabada del siglo XV, construida por encargo de la Infanta doña Catalina, hermana del rey Juan II de Castilla, de la que tan solo se conserva la cabecera de estilo ojival. Sin embargo, para los guijuelenses, El Torreón es mucho más que simples restos arquitectónicos. Es el fiel guardián de varios siglos de historia y verdadero símbolo del municipio; no en vano, ocupa la parte central del escudo de la villa.

Escena muy corriente al recorrer las calles del pueblo en época de matanzas

Moderno inmueble que ha venido a sustituir al antiguo ayuntamiento del reloj en la avenida Filiberto Villalobos.

La arteria principal de la localidad es la avenida Filiberto Villalobos y ju susto en su centro se levanta el Reloj. Este edificio, hasta no hace muchos años, fue la sede del Ayuntamiento.

Hubo un tiempo en el. que se buscaba armonía, belleza y mucha iluminación para las viviendas, estos detalles ahora escasamente son tenidos en cuenta.

Cafetería Las Torres, un emblemático y clásico establecimiento de hostelería en la localidad, en el interior de la misma, en otros tiempos, existía una peluquería y, creo recordar, que el peluquero se llamaba Gregorio.

Y arriba estaba el baile

Bar o cafetería de gran tradición en el pueblo, por el nombre, ya que ha tenido varios gerentes en los últimos veinte años.

En esta joyería compré mi primer reloj de pulsera, sería a finales de los años sesenta del siglo pasado.

No me acaba de gustar este edificio, mezcla algunos estilos que no acabo de encajar en el conjunto de la plaza. Lo que parecen columnas es algo que no presta al conjunto del edificio; el lateral donde aparecen las banderas feo a más no poder y, por si fuera poco, tiene excesivo volumen (pero al fin y a la postre, el ayuntamiento manda) y la calle Virgen de la Vega ha quedado muy encajonada y sombría. Vamos, que me gustaba mucho más lo que había ahí con anterioridad.

¡Como ha cambiado la plaza en los últimos 40 años! poco a poco se va llenando de edificios altos que sustituyen a los tradicionales de planta baja o como mucho dos. También han desaparecido algunos establecimientos de ocio de nuestra infancia, por ejemplo, el cine San José al que se accedía a través de la calleja cuyo comienzo se aprecia en la fotografía y también tenía entrada y taquillas bajo el primero de la izquierda.

Un acuerdo del Consejo de Ministros del 30 de septiembre de 1984 establecía el cierre de esta vía férrea al tráfico de viajeros para el último día de ese mismo año; aunque el de mercancías todavía funcionó hasta 1996.

Todavía se conservan edificios de principios del siglo XX tan agradables a la vista como este. Creo recordar, que en los bajos del mismo existió una guarnicionería.

Aquí, en época de matanza, todos los días se descargaban vagones de ferrocarril con cerdos para sacrificar en el matadero de la localidad. Desde la estación bajaban caminando hasta donde se ubicaba entonces el lugar del sacrificio, al final de la actual calle de la Guardia Civil donde están construyendo un polideportivo, y como su peso era considerable y las fuerza escasas, algunos animales iban quedando tirados por alguna de las calles por las que eran conducidos: carretera de Cespedosa, Chinarral ... (ver texto completo)

Zona ajardinada junto a lo que fueron escuelas de párvulos, biblioteca y casa de maestros en la plaza del Chinarral.