Lástima de infraestructura que tan buenos servicio prestó en el pasado. La desidia producida después del decreto del Gobierno para cerrar esta comunicación norte a sur ha traído la ruina en todo el trazado de la vía férrea, como nos muestra la fotografía. Los edificios abandonados aparecen destartalados, sus viviendas sin ocupación social y, en no pocos casos, la estación derribada al igual que los almacenes para las mercancías. A pesar de las promesas electorales que hacían los que estaban en la oposición en el momento del cierre, una vez llegados al poder se olvidaron de sus promesas. Promesas que han venido reiterando en diversas ocasiones desde 1985, pero que nunca cumplieron y nadie les castigó por ello. Una pena y un despilfarro que este país no debió permitir en su momento.