El entramado de las
fachadas, los corredores de madera carcomida, los
balcones de barandillas de hierro, las atrevidas
columnas de
piedra, los ventanucos con portones de doble hoja, los tiestos, plantas y el voladizo de sus
aleros que ganan el
cielo, hacen que estas
casas y
rincones sean un atractivo especial de escritores, poetas, pintores y amantes de una forma peculiar de vida. Así es nuestro
pueblo de
La Alberca. Isibe.