¡O lámparas de fuego,
En cuyos resplandores
Las profundas cavernas del sentido
Que estaba obscuro y ciego
Con estraños primores
Calor y luz dan junto a su querido!
Canciones de el alma en la íntima communicación de unión de amor de Dios ( San Juan de la Cruz ). ¿Qué será de mi ánima? ¿Qué será de la tuya
En el turbio relente del Universo anciano,
Cuando el Primero y último devuelva, restituya
La vida al pensamiento y a la mano?
¿Y qué será de mi alma si mi cuerpo se ofrece
A sustentar la gracia de tu resurrección?
Si me infundo en tu ser, que mi ruina merece,
¿querrás tú, en cambio, darme salvación?
Mauricio Bacarisse. Tambien creo que las llamas siempre las enciende alguien y que ese alguien es el verdadero interesado en mantener su luz, su calor y su intensidad
R. Yo pienso más bien que se quedan sin cera o sin oxigeno, entonces el que las enciende por que cree, enciende otra, porque asi se consuela, y sigue creyendo
R. Las llamas que no creen se apagan.