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LA ALBERCA: Los sustos (historias de niños albercanos) Me acuerdo...

Los sustos (historias de niños albercanos)
Me acuerdo cuando era chico y teniamos que pasar unos cuantos niños en ciertos momentos y por estas calles. El ladrido de un perro o el rebuznar de un burro que surgía en ese momento era el mayor susto del mundo.Al instante saliamos corriendo con las consiguientes carcajadas. Basta que alguien dijera "El Tío De lunto" para que el escalofrío recorriera por todo el cuerpo. En algunas ocasiones los sustos iban acompañados con los consiguientes comentarios de que estarán haciendo estos por aquí... Y no es que hiciéramos ningún tipo de "perrerías". Es que los sustos eran los sustos y las carreras y los comentarios eran inevitables.¡Me cachis en diez con los críos! -Isibe-.