EL MARRANO DE SAN ANTÓN
La rifa del marrano de San Antón se ha convertido en una verdadera fiesta gastronómica en la que participa prácticamente todo el pueblo. Folclore, degustaciones de productos del cerdo, exhibición de juegos, utensilios ligados a la matanza o elaboración de embutidos son actividades que forman parte de esta fiesta. Cada edición cuenta con un padrino, que suele ser un personaje famoso o entidad relevante.
El día 13 de Junio, festividad de San Antonio de Padua, se celebra en La Alberca un acontecimiento especial; un cerdo, también conocido como garrapato o marrano, se suelta por las calles después de haber sido bendecido, y de que se le coloque una campana en el cuello; es el Marrano de San Antón, que permanecerá suelto por el pueblo hasta el día 17 de enero, San Antón, día en el que será sorteado.
Este cerdo vaga libremente por el pueblo, y los encargados de alimentarlo son los propios vecinos, que en muchas ocasiones también lo cobijan en alguna cuadra por la noche. Antiguamente este cerdo era cebado por los vecinos, y después se entregaba a la familia más desfavorecida o pobre.
El Marrano de San Antón fue institucionalizado en La Alberca por los judíos conversos, para demostrar que eran cristianos, ante la amenaza que a ellos les suponía La Inquisición. A principios del siglo XVI, los judíos engordaban un cerdo desde junio hasta enero y los productos de la matanza del cebón se los donaban a la parroquia de La Alberca. Desde entonces, la tradición nunca se ha perdido y tanta es su proyección que en la Plaza del Solano Cimero el marrano tiene su propia escultura en piedra granítica.
La rifa del marrano de San Antón se ha convertido en una verdadera fiesta gastronómica en la que participa prácticamente todo el pueblo. Folclore, degustaciones de productos del cerdo, exhibición de juegos, utensilios ligados a la matanza o elaboración de embutidos son actividades que forman parte de esta fiesta. Cada edición cuenta con un padrino, que suele ser un personaje famoso o entidad relevante.
El día 13 de Junio, festividad de San Antonio de Padua, se celebra en La Alberca un acontecimiento especial; un cerdo, también conocido como garrapato o marrano, se suelta por las calles después de haber sido bendecido, y de que se le coloque una campana en el cuello; es el Marrano de San Antón, que permanecerá suelto por el pueblo hasta el día 17 de enero, San Antón, día en el que será sorteado.
Este cerdo vaga libremente por el pueblo, y los encargados de alimentarlo son los propios vecinos, que en muchas ocasiones también lo cobijan en alguna cuadra por la noche. Antiguamente este cerdo era cebado por los vecinos, y después se entregaba a la familia más desfavorecida o pobre.
El Marrano de San Antón fue institucionalizado en La Alberca por los judíos conversos, para demostrar que eran cristianos, ante la amenaza que a ellos les suponía La Inquisición. A principios del siglo XVI, los judíos engordaban un cerdo desde junio hasta enero y los productos de la matanza del cebón se los donaban a la parroquia de La Alberca. Desde entonces, la tradición nunca se ha perdido y tanta es su proyección que en la Plaza del Solano Cimero el marrano tiene su propia escultura en piedra granítica.