Dudaba de la fecha de inauguración del
pantano, en cuya inauguración no estuve. Pero si que inauguré los baños en él. Me hice sin parar hasta seis o siete trayectos, paralelamente a la presa, bastante larga entonces, sin los terraplenados que ahora tiene.
No tenía mucho mérito porque sucedía que, al chocar la corriente de fondo con la presa, el
agua ascendía hacia la superficie de forma que uno se sostenía aun sin bracear. Lo que no recuerdo es que yo me tirara desde las peñas de la izquierda,
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