Muchas veces he pensado que un buen complemento a las actuales
casas rurales sería que alguien, o algunos en compañía, con
juventud y energías, estableciera un criadero de truchas en el
Río.
Un buen sitio, por debajo del Charco Hondo. Hace tiempo que no visito el lugar, pero las últimas veces que anduve por allí, vi que las crecidas habían abierto un
caño por medio del pedregal que, en mi niñez, hacía dar un rodeo a la corriente.
Eso facilita, si es que sigue aún, la instalación. Un caño por medio
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