Tenemos noticia de una mujer (llamada Isabel García Martín) por la que el rey Alfonso VIII de Castilla concedía tierras a la ciudad de
Ávila en 1193, y le señalaba como frontera, del lado de Occidente, el conocido todavía hoy con el nombre de Arroyo de la Mula. Reza de esta manera:"Luego, desde lo alto del
puerto de Xerit hasta el lugar donde nace Corpedumne (el
río Cuerpo de Hombre); de aquí abajo, donde pasa la calzada que está en Corpedumne (Calzada de la Plata); después por la Calzada del "arroyo de la Mula"; desde el arroyo de la Mula abajo hasta donde cae en el Tormes".
El Arroyo de la Mula es un regatillo que atraviesa la pequeña cuesta por la que, viniendo de Béjar, se sube hacia
Guijuelo. Nace en el alto de Tonda y bordeando las tierras de Guijuelo, la Cabeza y el
Guijo de Ávila, por este
pueblo rinde sus
aguas al Tormes. El Arroyo de la Mula seguirá siendo punto de referencia para señalar, mirando hacia el norte, los límites de la futura Comunidad de Villa y Tierra de Béjar y de la nueva Diócesis de Plasencia.
Sabemos que la Reconquista, por lo que toca a Ávila, es decir, de parte de Castilla, había llegado hasta aquí, hasta los límites naturales de la Cabeza: pasando el arroyo de la Mula, se entraba en tierras del Reino de
León en las que por Salvatierra se llegaba a la ciudad de
Salamanca. De este modo, La Cabeza, con toda la Tierra de Béjar, era de Castilla. Del
castillo, puesto defensivo y a la vez de vigilancia, y del asentamiento que se iba formando a su alrededor, sale, pues, el nombre de la Calzada de Béjar, es decir, principio o comienzo primero del Concejo (ó Comunidad de villa y tierra) de Béjar y más tarde de la diócesis de Plasencia. No es simplemente " Cabeza", sino " La Cabeza", lugar en el que, frente al condado de Salvatierra y las tierras de Salamanca, empezaba una nueva demarcación: la de la tierra de Béjar. Puede decirse también que en ese lugar terminaba el Reino de León y empezaba el de Castilla.
Como parte de la comunidad bejarana, tras la pérdida del voto en Cortes de Béjar y su paso a depender de Salamanca en ese aspecto a partir de 1425, hecho favorecido por el paso de Béjar y su territorio a manos de los Zúñiga en 1391,? La Cabeza pasó a formar parte del Reino de León, en el que se ha mantenido en las divisiones territoriales de Floridablanca en 1785 y finalmente en la de 1833 en que se crean las actuales provincias, quedando integrado
La Cabeza de Béjar en la provincia de Salamanca, dentro de la Región Leonesa, formando parte del partido judicial de Béjar.