Por supuesto que a todos nos parece el mejor
pueblo del mundo, porque es nuestro pueblo, pero desgraciadamente la gran mayoría de los que escribimos, no vivimos allí constantemente.
San Felices se convierte en un lugar al que acudir para ir de
fiesta, desconectar, cambiar de aires..., es el colchón que nos da cobijo y nos ampara. Querer mucho a nuestro pueblo, no lo hace crecer. San Felices se mantiene vivo por la gente que vive allí los 365 días, y no por los 3 días que dura el tan esperado Noveno
... (ver texto completo)