Qué bonita es la primavera en Rinconada. Los árboles de la llanura ya se han vestido de verde, los robles de la sierra también están a punto de hacerlo. Las flores dan color y alegría a los paseos campestres. El calor del sol, la humedad del ambiente, la luminosidad de la atmósfera; todo invita al goce y al deleite; a disfrutar del placer de vivir, admirar y sentir. La naturaleza se manifiesta renaciente y en plenitud y nosotros nos sentimos felices y orgullosos de haber nacido en un lugar así, en RINCONADA.