Llegó septiembre que o seca las fuentes o se lleva los puentes; este año le ha dado por lo primero y hace un calor sofocante; más calor que en julio y en agosto. Hemos acabado con las fiestas patronales de nuestros pueblos y empezamos el mes con las grandes ferias de Salamanca. Este fin fin de semana ha sido enorme; no se podía dar un paso por la ciudad; menudo invento el de las Casetas para las Ferias; ¿A quién se le habrá ocurrido la idea? A ver quién es el guapo que le dice ahora a nuestros jóvenes que está prohibido fumar, comer y beber en la calle. Además algunas casetas se han instalado a las puertas de los colegios !Qué barbaridad! Pero qué le vamos a hacer nuestras autoridades son así. Pero dejemos la vida ciudadana y volamos a la tranquilidad de Rinconada.
En otro tiempo, cuando todo el mundo vivía de la agricultura y la ganadería, este era el mes en que se mondaban los corrales y las tenadas. Se mullían el estiercola en los muladares; se recogían las muñicas en los prados; se rozaban y limpiaban los prados y se hacían las regaderas; se recogían las patatas y la fruta de los árboles; se reparaban los tejados de los pajares para que no se mojara el heno y la paja y se preparaban las tierras para la siembra.
Hoy de todas estas labores no se realiza casí ninguna. Antiguamente viviamos al ritmo de las estaciones; actualmente tanto en Rinconada como en el resto del mundo vivimos al ritmo de la gasolina.
En otro tiempo, cuando todo el mundo vivía de la agricultura y la ganadería, este era el mes en que se mondaban los corrales y las tenadas. Se mullían el estiercola en los muladares; se recogían las muñicas en los prados; se rozaban y limpiaban los prados y se hacían las regaderas; se recogían las patatas y la fruta de los árboles; se reparaban los tejados de los pajares para que no se mojara el heno y la paja y se preparaban las tierras para la siembra.
Hoy de todas estas labores no se realiza casí ninguna. Antiguamente viviamos al ritmo de las estaciones; actualmente tanto en Rinconada como en el resto del mundo vivimos al ritmo de la gasolina.