LA RINCONADA DE LA SIERRA: Las Paredes de Rinconada. El sentido de la propiedad...

Las Paredes de Rinconada.
El sentido de la propiedad y de la individualidad estaba profundamente desarrollado en en todos los habitantes de Rinconada. Antiguamente, cuando morían los padres y los hijos heredaban las fincas, si eran cuatro o cinco herederos dividían las fincas, que ya eran en su origen pequeñas en otras parcelas aún más pequeñas dejando a veces un pequeño cantero para cada uno. Si los nuevos propietarios se llevaban bien, solían poner un coto y dejar una pequeña linde que marcara la separación de la nueva propiedad; pero si las relaciones personales no eran demasiado cordiales, como es frecuente que suceda cuando se reparten las herencias, entonces, ni corto ni perezoso, levantaban un nuevo muro de separación. Hasta hace unos veinticinco años se seguían los procedimientos antiguos de reparto de la propiedad; hoy día todavía se cultiva y se labra la mayor parte del término de Rinconada. Sin embargo, la agricultura y la ganadería tradicional tienen los días contados. Las paredes, las zarzas, la maleza inunda las fincas que se van quedando abandonadas; a medida que van desapareciendo nuestros viejecitos, va desapareciendo todo un mundo y todo un sistema de vida. Se cierran las casas, se caen las paredes de las fincas, desaparecen las regaderas maestras. La lucha del hombre con la naturaleza debe haber sido siempre una lucha de titanes sobre todo en nuestra tierra. Me pregunto cuántos kilómetros pueden tener todas las paredes de separación de fincas que hay en Rinconada. !Cuánto sudor, cuántos millones de horas de trabajo para realizar una labor que tal vez no tenga continuidad en las generaciones venideras.