Recuerdo muy bien al señor Manuel "Pina" y a la señora Teresa "la Diosa"; vivían en la Plaza del Solano, en una casa que tenía un pequeño portalillo. Creo que era el señor Manuel "Pina" el que a modo de chanza comentaba a veces en la taberna de Melquiades que él cenaba siempre en Rinconada y luego se iba a acostar a Navarredonda; la explicación a semejante misterio consistía en que la raya de los términos municipales entre Navarredonda y Rinconada pasaba por el pasillo de su casa, dejando su cocina en término de Rinconada y su sala en término de Navarredonda. Más arriba, ya en término de Navarredonda, vivían la señora Marcelina "la Calera" y su hijo Marcelino.
Otros personajes entrañables de aquella época eran el señor Serapio "el Pucherero", la señora Avelina "la Pina " y el señor Quintín, la señora Eufrasia; el señor Andrés "Florindo" y su hija Hermelinda; la señora Teresa "la Tuerta", el señor Domingo "el Quino". Nos enorgullece comprobar que algunos de las descendientes de estas nobles, sencillas y honradas personas siguen siendo fieles, aunque estén lejos de su tierra, a sus orígenes, a RINCONADA.
Otros personajes entrañables de aquella época eran el señor Serapio "el Pucherero", la señora Avelina "la Pina " y el señor Quintín, la señora Eufrasia; el señor Andrés "Florindo" y su hija Hermelinda; la señora Teresa "la Tuerta", el señor Domingo "el Quino". Nos enorgullece comprobar que algunos de las descendientes de estas nobles, sencillas y honradas personas siguen siendo fieles, aunque estén lejos de su tierra, a sus orígenes, a RINCONADA.