LA RINCONADA DE LA SIERRA: Los días más luminosos y alegres de mi vida los he...

Los días más luminosos y alegres de mi vida los he pasado en Rinconada. Los años de la infancia y de la primera juventud marcaron mi vida para siempre. Voy de un lado para otro como las hojas caidas de los árboles que zarandea el viento de otoño pero siempre con una idea fija en mi cabeza: Regresar, al menos durante unas horas, cada fin de semana a Rinconada.
Los días pasan ligeros y empiezo a sentir el paso del tiempo; me miro en el espejo y observo las canas que pueblan mi cabeza. Pienso en el hombre que fui en el pasado y en el hombre que soy en el presente y a veces tengo mis dudas de que se trate de la misma persona. Me pregunto donde fueron a parar las nieves de antaño, los bailes, las canciones, los usos y sotumbres de las gentes de mi tierra; dónde fueron los viejecitos que adornaban los poyos de las puertas con sus miradas perdidas en el vacío. Vacías se van quedando las casas, vacías se quedan las puertas, vacías se están quedando las calles sin su presencia. Así va entrando en mi vida una nueva dama misteriosa y desconocida; entre el recuerdo y la nostalgia, entre la pena y la alegría sólo te pido, misteriosa dama desconocida, que me dejes gozar siquiera un poquito más de esta azarosa vida.