CORRIENTE DE AIRE
Es posible respirar, lo he sentido en aquellos cerros; está marcado de salud el aire, también de paz y sosiego. Son sus corrientes medicinas florales, despachadas y servidas por los vientos. Aquí las cuitas y ansiedades se orean o son alienadas de ungüentos tan sanos que purifican los diablos que llevábamos dentro. ¿Qué mejor medicina? ¡mi
pueblo!.