POSTRES
Nos dirigimos a cada respectiva tienda. Acordamos juntarnos en la mía para recoger el cordero que presidiría la comida de Navidad. Ya eran las tres y algunos minutos cuando, en vez de irnos a casa, decidimos acabar en urgencias del hospital. Tres horas para asegurarnos de que, esos dolores de pecho y espalda cada vez que mi compañera tosía, no eran otra cosa que una bronquitis aguda. Debía haber ido antes al médico pero el celo profesional y estas oportunas fechas intimidan. Así que… ... (ver texto completo)
Nos dirigimos a cada respectiva tienda. Acordamos juntarnos en la mía para recoger el cordero que presidiría la comida de Navidad. Ya eran las tres y algunos minutos cuando, en vez de irnos a casa, decidimos acabar en urgencias del hospital. Tres horas para asegurarnos de que, esos dolores de pecho y espalda cada vez que mi compañera tosía, no eran otra cosa que una bronquitis aguda. Debía haber ido antes al médico pero el celo profesional y estas oportunas fechas intimidan. Así que… ... (ver texto completo)