SALVAJE
Quedo ante la ventana, contemplando caer la lluvia consiento que mi cabeza divague mientras, un sutil frescor, penetra en mis dolidos riñones; estoy centrado, absorbido por la pantalla de mi ordenador y escuchando el tintineo de una copiosa lluvia casi apagado por el gorgoteo de los desagües y canalones que encauzan dichas aguas. Una ventana abierta. Ahí, sentado en una silla clásica, de madera toda ella; menos el cojín. Me siento salvaje. Libre en mi soledad. Como esos hermosos ciervos ... (ver texto completo)
Quedo ante la ventana, contemplando caer la lluvia consiento que mi cabeza divague mientras, un sutil frescor, penetra en mis dolidos riñones; estoy centrado, absorbido por la pantalla de mi ordenador y escuchando el tintineo de una copiosa lluvia casi apagado por el gorgoteo de los desagües y canalones que encauzan dichas aguas. Una ventana abierta. Ahí, sentado en una silla clásica, de madera toda ella; menos el cojín. Me siento salvaje. Libre en mi soledad. Como esos hermosos ciervos ... (ver texto completo)