CUANDO EL HAMBRE APRIETA CRECE EL INGENIO (parte séptima)
Quién de joven no ha metido la mano donde no debía. Ese tendero amable y distraído que despachaba tanto revistas y juguetes tal chucherías, con su sonrisa afable; no sabía a los diablillos que él atendía. Y, al tanto que se giraba para alcanzar estratégicas demandas, alguien aprovechaba oportuno para desvalijarle un capricho que su osadía alcanzaba. Lo que con dinero no se podía llegar a poseer, se encargaba la ambición de aportar los ... (ver texto completo)
Quién de joven no ha metido la mano donde no debía. Ese tendero amable y distraído que despachaba tanto revistas y juguetes tal chucherías, con su sonrisa afable; no sabía a los diablillos que él atendía. Y, al tanto que se giraba para alcanzar estratégicas demandas, alguien aprovechaba oportuno para desvalijarle un capricho que su osadía alcanzaba. Lo que con dinero no se podía llegar a poseer, se encargaba la ambición de aportar los ... (ver texto completo)