Se puede morder y mascar fritas con buen aceite, mezcladas con bocadillos de panceta braseada y, lo que nunca puede faltar, es el fresco vino y abundante agua para sofocar el fuego de estas guindillas endiabladas que son, por algunos conocidas como "putaparió"; se dice que por aquel exabrupto propio de quien las prueba por primera vez.