Amigo Porras, tras tus afirmaciones sobre la calidad de las diferentes carnes de alimañas que se pueden ingerir, todas ellas propias del campo rural que circunda nuestro pueblo y que, sin ninguna duda, aún se pueden conseguir si se buscan con astucia; decía yo en un principio que, tras lo que expones, se puede adivinar que tu ya has hincado el diente en tales manjares. Eso me recuerda a mi hermano Manuel. Él solía proveerse de una garrocha y más de una vez venía con algún lagarto a casa. Curtía la ... (ver texto completo)