Pedro, me ha gustado mucho esta frase "No digas todo lo que sabes, pero siempre debes saber lo que dices."
Cuando yo era pequeña, recuerdo cuando hacia algo mal solo me faltaba ver la mirada de mi madre y ya sabia que un par de cachetes no me faltaban.
Ahora todo es diferente tengo un nieto de 8 años que le contesta a sus padres como si estuviera con un colega, yo no le pego porque no es mi hijo, pero castigos no le faltan, porque yo no le paso ni una y a mi no me contesta pero mi hija me dice
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Buenos días Mily: Sobre lo que cuentas del cargo familiar de los abuelos/as de hoy se ha convertido en un lastre para todas las generacones futuras. Desde la incorporación de la mujer al trabajo, en su integración total a estas empresas que a todos nos revuelve las tripas con los horarios tan poco hábiles a compartir con el conyugue y poder paliar las necesidades domésticas o familiares. En principio se da la teoría de que sí, pero las necesidades y confrontaciones de la plantilla lo hace inviable.
Otra decepción social la encontramos en los motivos de necesidad que, en su día, se dieron para tal iniciativa. En principio se pretendía sumar los ahorros para pagar cuanto antes la hipoteca vivienda y socorrer las necesidades oportunas con algo más de holgura pero, el fluido del dinero en las familias, hizo encarecerse todo más y lo que antes se pagaba con un porcentaje de un salario (la factura de hipoteca) hoy necesita, en el mejor de los casos, la nómina total de uno de los conyugues; efecto que nos situa a todos en el estado de necesidad económica que dió origen a estos cambios presentes con el añadido de sus consecuencas familiares y domésticas, Resumiendo... en esclavos de la producción. Y también hubo una revelión en la emancipación femenina que trastornó la paz familiar, dándose los exacerbados trámites de separación en los matrimonios a unos niveles desbordantes. Se perdió el sentido de entrega total el uno por el otro, el rol que nivelaba la estabilidad conyugal y, lo más lamentable, la fuerza que siempre tuvo el amor. Hoy día se empieza una vida en común con las reservas de por si acaso: "esto es tuyo y esto es mio". Yo hice como mi padre, estiré la mano y le entregue todo lo mío; para que ella administrara y gobernara. La mujer siempre ha tenido el poder de la casa y la familia; cosa que hoy, mal que les pese, lo han perdido. Tienen su vida sí, pero antes tenían más que sus vidas; tenían las de toda la familia. ¿Esto de hoy es un progreso?
Ya no me estiendo más que estoy de largo. Un saludo amiga.
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