Desde algunas semanas atrás llevo un nuevo estímulo dominguero, monto en
excursiones matutinas para patear bosques bellos. Sólo me acompaña el anhelo de hallar un
hongo excelso, grandiosa cesárea que nunca encuentro; y vuelvo con cesta envenenada de rabia, pero vuelvo. Hoy me traigo merienda de
setas y
hongos de los más buenos.
Saludos a mi
pueblo y sus gentes.