CRUCES
Tales son nuestras cosas en sociedad que nadie viaja sin su cruz. Ese lado oscuro que cada uno de nosotros sufre en su silencio y que, aún queriéndolo, no puede transferir ni otorgar; si acaso sólo y en el mejor de los casos, rendirse ante tanto peso y dejarse vencer (es como decir que se entrega a la muerte). Hay responsabilidades que nos superan y, en la vida y pasión de Cristo, nuestro coraje o hundimiento ante las situaciones se revelan como un fiel reflejo de nuestra humanidad.
Tales son nuestras cosas en sociedad que nadie viaja sin su cruz. Ese lado oscuro que cada uno de nosotros sufre en su silencio y que, aún queriéndolo, no puede transferir ni otorgar; si acaso sólo y en el mejor de los casos, rendirse ante tanto peso y dejarse vencer (es como decir que se entrega a la muerte). Hay responsabilidades que nos superan y, en la vida y pasión de Cristo, nuestro coraje o hundimiento ante las situaciones se revelan como un fiel reflejo de nuestra humanidad.