GENTE DE TODA LA VIDA
En la calle, al pie del poyo, siempre están los vecinos; algunos aún siguen esperando juntarse con los que se han ido. Pasan los años, vuelves a retornar a esa vieja casa y ahí siguen inmudables, como antes de haberte ido. Sentados en sus puertas por las mañanas y las tardes mientras las horas van pasando atrayendo a otros convecinos. Son días de sol veraniego, de sombras que dan cobijo; las gentes pasan y se paran, hablan un rato; hacen tiempo en compañía y cada mochuelo ... (ver texto completo)
En la calle, al pie del poyo, siempre están los vecinos; algunos aún siguen esperando juntarse con los que se han ido. Pasan los años, vuelves a retornar a esa vieja casa y ahí siguen inmudables, como antes de haberte ido. Sentados en sus puertas por las mañanas y las tardes mientras las horas van pasando atrayendo a otros convecinos. Son días de sol veraniego, de sombras que dan cobijo; las gentes pasan y se paran, hablan un rato; hacen tiempo en compañía y cada mochuelo ... (ver texto completo)