Todos estos años que nos diste cariño han dejado huella padrino. Esa sonrisa sincera se me hará eterna en el recuerdo; aunque tu rostro no aparezca ya fresco en nuevos encuentros. Yo, como siempre, buscaré esa puerta y ese grato recibimiento; cuando pase por la pendiente del Emigrante cada vez que regrese al pueblo. Fuiste tan comprometido padrino que, ni en broma, dejaste de ser nunca el más fiel en tu compromiso. Gracias por darme tu nombre y llenarme de orgullo. Para mí serás siempre un ejemplo ... (ver texto completo)