Hay quien sin buscarlas le salen al encuentro y, otros desafortunados como un servidor, por más que van y vienen no hallan ni pistas ni olor de estos preciados bocados vuestros.
Pues tienes razón Pedro. No iba buscandolas, estaba de regreso a
casa una tarde de busqueda no muy provechosa de boletus, y al lado del
camino estaban. No te piense que asi de faciles, como si "se las pusieran a Fernando VII". Se veia la mas grande un poco encima de unas hojas de
castaño y entre helechos. Como uno es perro viejo en estos temas, miré bien alrededor y encontre toda la
familia, de mayor a menor. La pena es que algunas estaban en mal estado porque habia llovido mucho y solo pude aprovechar
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