LA JOTA QUE YO ME BAILO
En el
arte del buen llevar dejo que la vida
baile, al son de los sentimientos que marca lo cotidiano. Unas veces pide salto y otras zapatear; es el cimbrear del cuerpo o sacudir en gestos apasionados las notas. Algarabía, castañuelas; chasquido con dedos señalan y llaman la atención. La mirada de un desafío, el acercamiento a la pasión del apareamiento; la tregua y la reconciliación.
La jota que yo bailo, deja que el mundo fluya en la energía; se aparea con la razón.
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