VACACIONES EN SALAMANCA (segunda parte)
Un taconeado ir y venir recorría el pasillo, entraba en la sala dejando ecos de su presencia mientras iba retornando mi mente y percatándose de la brisa nocturna que se colaba del balcón y revoloteaba las cortinas. Tronó. Las nubes que se habían congregado según moría la tarde ya eran oscuros nimbos, estrato fiel a las tormentas estivales que se forman de súbito. Cayó un estruendoso chaparón impresionante que atrajo la curiosidad de todas las familias que ... (ver texto completo)
Un taconeado ir y venir recorría el pasillo, entraba en la sala dejando ecos de su presencia mientras iba retornando mi mente y percatándose de la brisa nocturna que se colaba del balcón y revoloteaba las cortinas. Tronó. Las nubes que se habían congregado según moría la tarde ya eran oscuros nimbos, estrato fiel a las tormentas estivales que se forman de súbito. Cayó un estruendoso chaparón impresionante que atrajo la curiosidad de todas las familias que ... (ver texto completo)