DE MI ESTANCIA EN EL
PUEBLO
ME QUEDO CON LO MEJOR.
Si hay algo que de verdad aporta descanso y sosiego en las vacaciones por el pueblo, ese algo, debe buscarse en sus gentes y en los momentos puntuales que se dan en el entorno familiar de las sentadas a la fresca; frente a sus
casas al abrigo de los silencios y las pocas palabras. En mi caso es difícil mantener el silencio. Recuerdo que hablé por los codos y que se me escuchaba. Una cerveza para mojar la garganta y seguir hablando y sonriendo
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