Me pena que no entrara en mejor plano Marí, no tuve atención en ello; ahí queda: entre Severiano y José; mi tía y un servidor que se distrae en la foto.
Los hermanos de mi madre también tenían necesidad de disfrutar de la abuela. No la tenían desde hacía muchos años; Así que la nostalgia les pudo y la hicieron viajar hacia América cuando aún contaba con ochenta y poco más de años. Su naturaleza fuerte soportó tal cambio pero, pese a la alegría que le aportó volver a disfrutar de sus alejados hijos, una fuerza mayor le reclamaba; quien sabe si era el país, aquel pueblito de la sierra bejarana en el cual nació ¿Quién sabe? El hecho es que...