Juan Porras Atienza, al venir como obispo a Coria, trajo a su hermana Dª. Aldonza de Porras y Cifontes que fijó su residencia en Lagunilla. Tan amante de los pobres como su hermano, levantó un hospital bajo la advocación de santo Domingo de Guzmán con destino a enfermos necesitados de la diócesis. D. Juan de Porras lo organizó jurídicamente y señaló para dotarlo rentas procedentes de los bienes de su hermana y de los suyos propios. Durante siglos, fue el único hospital próximo al territorio hurdano.