Cristo Bendito de los Afligidos, refugio y consuelo mío y de mis paísanos. Eres la fe de mis mayores, de mis abuelos y mis padres, quienes me enseñaron a buscarte y a amarte. Paseas las calles y casas de mi pueblo, qué es el tuyo. Bendice el lugar por dónde pasas!
Siempre en mis plegarias y en mi corazón.
Protege mi pueblo y a sus gentes.