Muy bonita foto, Manchega, y con un ambiente otoñal que parece anunciar las nostálgicas lluvias de tus recuerdos infantiles y las lluvias cada vez más escasas y deseadas por todos.
Nunca fui a verdeo, mis estancias en Lagunilla han sido siempre en vacaciones de verano, pero como siempre, recurro a lo que me contó mi madre.
¡Qué duro y costoso era recoger la aceituna! Desde por la mañana acudían a los olivares y pasaba allí el día trabajando. No sé como se hará ahora, pero entonces tenían que...