Otro quehacer de esta época invernal que casi ha desaparecido del ámbito familiar y rural. Pocas, cada vez menos según los datos ofiales se lleva a cabo en la provincia; las tareas propias inherentes a la matanza se van olvidando y los distintos utensilios utizados van quedando arrinconados, o en el mejor de los casos pasan a integrar pequeñas muestras o museos etnográficos. Para no olvidar, algunos pueblos y establecimientos de hostelería organizan un día de la matanza. Dia, no solo para recordar... Tiempo de matanzas, aunque ya no se hacen tantas como en otras épocas, la facilidad, la variedad de alimentos frescos, la comodidad, la disminución del número de miembros por familia y, por que no decirlo, la vida sedentaria que no nos permite quemar las grasas con sus colesteroles, triglicéridos..., han forzado a que las tradicionales matanzas hayan pasado al recuerdo de los mayores y vayan quedando en el archivo de la historia.
Cuando se hacían en todas las casas, era motivo de trabajo en común,...