Ana Maria, has dicho "No importa nosotros los Foreros Afectivos creemos en las explicaciones y en los abrazos" Que bonita frase, yo me incorpore a este foro hace dos años y la mayoria de las familias de Lagunilla, ha tenido algun familiar trabajando fuera de España, ¿sabeis quienes son los que mas nos leen? nuestras familias que tenemos al otro lado del charco, porque ahora estan al dia de la vida de nuestro pueblo. Gracias a Ana Maria, Manchega, Rubiacas, menciono estos tres porque yo se que ellos... por que nos cuenta tanto a todos la simpleza del afecto, de la palabra que cura,, que lava y que sana los males del cuerpo. Pero no hay la gente tiene miedo al ridiculo.. al que diràn.. nos metemos en nuestras cuevas o cavernas modernas, que otra cosa no son. Y de ahi miramos por la ventana del tele las aventuras que los demas quieren que veamos y lloramos con alguna peli sentimental.. pero cuando tenemos que decirle al proximo una palabra de consuelo.. nos cuesta. No sale. No importa nosotros los... ¡Que páginas más bellas estamos creando! Hace unos días que no entra Miguel ¿Dónde andará nuestro gran amigo y maestro? No se habrá llevado a sus alumnos de excursión a Lagunilla. ¡Miguel, amigo...! ¿Dónde te andas?
Bien Ana, que me gusta mucho lo que has escrito aquí. Echaba de menos a Miguel.
Un cordial... elige tu.
Nos vemos Ana Maria, yo creo que todos nos quedamos "niños" porque por mal que le vaya a un niño es la etapa de la vida mas bonita, tenemos muy poca responsabilidades, porque por nosotros las asumen nuestros padres. La edad de la madured es muy dificil y siempre la mente vuelve a la niñez y ahi empieza nuestra nostalgia, es como cuando te enamoras por primera vez, a quien se le olvida a nadie "al que le fue bien por eso mismo y al que le fue mal tambien lo recuerda.
Pero disfrutemos del momento porque quizas... a veces se me llena el corazòn de extrañezas. Esas que hablan de lo que es uno y de lo que no deber perderse. Uds. son los responsables de que no pueda despegar de la tierra. A veces pienso en por cuantas y cuantas y cuàntas geraciones pertenecemos a La gunilla... y por eso entiendo ese volver la cabeza hacia la infancia. Quizà idealizada, o llena de cuentos de hadas que leìa creo por centenares. Me recorrìa las calles del pueblo buscando gente que me los prestara. Siempre alguièn tenìa un montòn....