Era el año 1960, un 15 de enero, en el que esta casa me dió la vida; aquí nací y aquí siempre regresé. Han cambiado las puertas, se ha modificado la fachada pero nunca se vuelve extraña la más querida de mis posadas.
Teníamos en el patio una decrépita mesa de madera de roble estrecha y alargada que, cuando se le transfirió la casa a mi hermano Manuel, no sé qué fue de ella. Sobre ésta, en los veranos que pasamos de vacaciones, acostumbrábamos a comer; lo hacíamos en el patio porque era lo más fresquito y, por otro lado, ya estaba la cocina y el baño instalados allí. Se levantó un tabique a la entrada, frente a la pared del lagar para implantar una enorme bañera y el lavabo; junto a estos servicios,... ¡Qué alegría leerte Miguel! A veces se me pasa por la testuz falsear algún lítico escudo o trasladar un falso blasón a Lagunilla para que te despierte el ánimo de que participes algo más (de guasa), porque se te echa bastante de menos; tú acostumbras a inyectar estímulos a esos otros foreros más avisados y conocedores de temas profundos e intelectuales de nuestro pueblo. Verbigracia entre ellos aquellos que ya llevan tiempo sin dedicarnos unas líneas: JSB; J: González… pero, aunque no halles esa... Hola Pedro. Veo, leo, que con tus comentarios, viajes relatados al viejo estilo y demás mantienes esto a tope. Si recoges al final tus aportaciones te sale casi un libro de memorias.
Espero poder hacer alguna aportación nueva pero por el momento los archivos dan poca "leche" de Lagunilla.
Un saludo a todos. CALLE PUNTA BRAVA (2)
La curiosidad de conocer, identificar esas casas que tan nombradas veces caían sobre mis oídos, nos hizo tomar un estrecho callejón que desembocaba en las proximidades de la calle Submarino. ¡Ay, Vicente! Vi tu casa… la segunda puerta de la derecha (casi en esquina con mi calle) ¿Cómo pudiste pintar de tan feo color esa puerta? No contestes. Sigue leyendo amigo, ya hablaremos. La casa del pregonero es preciosa, denota distinguida alcurnia. Más delante de ella (ya buscando... Desde la puerta de mi casa reclamo la matanza. No es lo mismo recoger una ración de carne y asarla que, apañando los carnavales, participar en una labor tan familiar como es el ritual de una matanza. Ay ¡cuanto se va perdiendo de pueblo!
Aún así, a los que váis a tener la oportunidad de acercaros a ésta, nuestra sagrada tierra; os deseo que lo paséis de lo más divertido y nos traigais algunos relatos de vuestra suerte en esos días a nuestro foro.