Es curioso cómo pasa el tiempo, corre que “se las pela”; sobre todo cuando se está gozando de él. Ahí tengo mi guitarra, apartada en un rincón; ya se me están olvidando las melodías que sonaban de mis dedos sin apenas pensar en que trastes debía o no encontrar. Desde que hallé nuestro foro parece que estoy pagando su costo. Un día me arranco y procuro ensayar esas partituras; casi siempre me lo juro, pero me da pereza empezar. Algunas veces rasgo las cuerdas sobre la cama y... ¡Pues Sí Ana, llegó la cosecha pero me falta la que tanto he de buscar! Un saludo. Por fin llegó la cosecha,
llegó la cosecha, hermano ¡ SETAS Y GUITARRA
Lucen las mañanas soleadas con música especial, vibraciones que se adentran de ilusión y estímulos para salir a pasear. Con unas humildes zapatillas se visten mis pies ya ociosos de aburrirse sin nada que hacer. Y ¡sorpresa! Avistan mis castaños ojos una cesta de mimbre. ¿De quién será? Pregunto y me dicen que es mía, que me la quieren regalar; nunca necesité estos apeos, porque ahora la he de necesitar. Y mi compañera del alma sonríe… - ¡Algo en ellas traerás!
Terminé de aviarme...